El niño interior es el arquetipo psicológico de la autotransformación y superación personal

niño interior
El niño interior aprende jugando, disfrutando y explorando

El niño interior es uno de los 4 arquetipos psicológicos básicos que forman tu familia interna.

Al igual que los niños, tu niño interior representa la energía, el movimiento, el entusiasmo, las ganas y la voluntad para pasar a la ACCIÓN.

Gracias al niño interior podemos convertir los sueños en realidad.

El niño es una especie de mago o alquimista interno que no solo busca perfeccionar todo lo que hace en el mundo material, si no que también busca perfeccionarse a sí mismo.

Todos sin excepción e independientemente de nuestra edad o de si somos hombre o mujer, tenemos un niño interior que puede estar más o menos activo y esto último depende de como nos manejemos con las cualidades que el niño interior representa.

Su virtud más sobresaliente es la autosuperación constante y para ello su actitud de guerrero le llevará a tomar los riesgos que sean necesarios con tal de adquirir dominio sobre las cosas y convertirse en la mejor versión de sí mismo.

Como el resto de arquetipos, nuestro niño interior puede manifestarse en su versión más amorosa o en su versión negativa o no amorosa.

1. El niño amoroso

varita mágica

El niño interior en su versión amorosa es curioso, dinámico, enérgico, emprendedor, confiado, carismático, entusiasta, autosuficiente y atrevido.

Cuando el niño interior funciona en equilibrio la vida se vuelve pura magia.

Cuando los demás le llaman loco, él nunca deja de creer en sí mismo. Total, que el niño interior va a por todas y no se anda con chiquitas.

Una persona que posee un niño interior potente posee la cualidad más importante de todas, que no es otra que la autosuperación, porque a partir de esta cualidad podemos integrar cualquier otra.

Esta autosuperación hace que nuestro niño interior busque perfeccionarse a si mismo mediante la autotransformación continua y para ello se vale de su propio autoconocimiento con el que va refinandose, limando aquellas cualidades más toscas, por eso te decía que nuestro niño interior es un mago que no solo cambia la cualidad de la materia si no también de su propia alma.

2. El niño no amoroso

Sin embargo, si un niño interior está demasiado potente puede manifestarse en su versión más negativa o menos amorosa. No olvidemos que en el medio está la virtud.

Cuando nuestro niño interior se pasa de rosca puede volverse egocéntrico, competitivo, manipuladorengañoso, orgulloso, egoísta, vanidoso y caer rápidamente ante las tentaciones de un ego no trabajado.

Para que nuestro niño interior no caiga en el egocentrismo y funcione de forma amorosa tiene que integrar las cualidades femeninas (madre y niña interior -de la que por cierto ya te hablaré-), de esta forma podrá encauzar su enorme caudal de fuerza interior convirtiéndola en algo positivo y poniéndola al servicio de los demás.

Un riesgo que corre nuestro niño interior es que en su búsqueda de la ansiada perfección se vuelva demasiado rígido y se olvide del disfrute, es decir, de su madre interna. En este caso, se pierde la parte más lúdica y creativa; cuando esto sucede nuestro niño interior puede frustrarse y volverse destructivo con los demás y consigo mismo.

Un niño interior muy rígido tiene que aprender a soltar y a avanzar desde el juego.

El perfeccionarse a uno mismo está bien, pero un exceso de perfección puede convertirse en la peor de nuestras pesadillas porque nos veremos constantemente movidos por el deseo de que todo esté perfecto, y no digo con esto que el deseo de perfección sea malo, ni mucho menos, pues nos proporciona aliento para evolucionar; pero un deseo de perfección desmedido te puede acabar apagando y alejándote de todas tus fuentes de gratificación. Mucho cuidado con esto! existe una línea muy delgada entre el deseo natural de querer evolucionar y el deseo que proviene de la autoexigencia enfermiza.

3. Papel del niño interior en tus procesos creativos

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El niño interior es un caudal de fuerza interior

Si el padre planifica y la madre proporciona las herramientas, el niño ejecuta.

Cuando comenzamos un proyecto, el padre diseña los planos y la estrategia, la madre proporciona todos los recursos necesarios y el niño directamente se pone el mono y el casco y se moviliza pasando a la acción mediante una gran despliegue de energía, pues es él quien se encarga del grosso del proyecto.

4. Test de evaluación

Aquí te dejo un test con algunos interrogantes para que vislumbres en que estado se encuentra tu niño interior:

1. ¿Se reconocer una buena autoridad y seguirla?¿Busco la excelencia y cumplo mis sueños?

2. ¿Disfruto aprendiendo?

3. ¿Trabajo en algo hasta que lo perfecciono?

4. ¿Me gusta probar, explorar, solucionar cosas?

5. ¿Supero los retos y los obstáculos?

6. ¿Me gusta hacer reír a la gente?

7. ¿Defiendo mis derechos y los de los demás?

8. ¿Tengo confianza en mí mismo?

9. ¿Voy a por todas?

5 ¿Cómo han sido los resultados de tu test?

Si el resultado de tu test no sale como a ti te gustaría, no desesperes, pues sus maravillosas cualidades se pueden aprender y cuanto más se ejerciten, más se integrarán en ti.

Si por ti mismo te cuesta integrar las cualidades del niño interior puedes unirte a mi curso para integrar este y el resto de arquetipos en condiciones.

¿Me cuentas como han ido tus resultados?

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