El presidente Lenín Moreno, en cadena de radio y televisión, anunció en la mañana de este martes que se aplicará un nuevo sistema para fijar los precios de las gasolinas extra y extra con etanol (ecopaís) y del diésel 2 y premium en los próximos días.

Hasta este mes, la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero (ARCH) establecía mensualmente un valor fijo para esos tipos de combustible, tras tomar en cuenta los costos promedios ponderados de importación, los de transporte, almacenamiento, comercialización y los tributos aplicables, asumiendo además el Estado un subsidio para cada tipo de gasolina o diésel y agregando un margen fijo de ganancia para las gasolineras.

Para determinar la nueva banda de precios la ARCH tendría que considerar los mismos rubros que hasta el momento ha incluido para establecer el valor por galón para la venta en terminal; estos son: los costos promedios ponderados de importación, los de transporte, almacenamiento, comercialización y los tributos aplicables (como el IVA), agregando además los márgenes mínimos y máximos de ganancia en las gasolineras, que es a lo que se denomina banda de precios.

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En mayo del 2020 el galón de extra y extra con etanol se ha vendido a $1,679 en las terminales de despacho de Petroecuador, incluido el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que sumados a los $0,171 que corresponden al margen fijo de comercialización de las gasolineras, ese producto ha terminado vendiéndose en $1,85 al consumidor final.

Para mayo, el subsidio proyectado por Petroecuador en la extra con etanol era de $0,145758 (14,5 centavos de dólar). Sin embargo, con la disminución abrupta en el precio del barril de petróleo en los últimos días de abril pasado, ese valor pudo haber variado hacia la baja.

En el caso del diésel 2 y diésel premium para uso automotriz, el precio por galón para venta en terminal (incluido el IVA) ha estado en $0,900704 durante mayo, que sumados a los $0,136296 (13,6 centavos) de margen de comercialización en las gasolineras, el producto ha terminado vendiéndose en $1,037 a los usuarios finales.

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Aunque los subsidios proyectados del diésel 2 y diésel premium tenían valores distintos ($0,39467 y $0,527876, respectivamente a inicios de mayo), el costo del galón de este combustible se unificaba en uno solo al momento de comercializarlo.

A diferencia de la gasolina súper, a la que el 21 de agosto de 2018 le fue eliminado su subsidio y el 26 de diciembre de ese mismo año le fue liberado su precio por galón, con lo cual las comercializadoras deciden ahora su margen de ganancia, en el caso de la extra, extra con etanol, diésel 2 y diésel premium el nuevo costo por cada galón al consumidor final estará regido por una banda de precios que la determinará mensualmente la ARCH.

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El precio base de la extra y extra con etanol para los próximos días será de $1,75; esto es, será el valor mínimo que una gasolinera podría cobrar a sus clientes, mientras que el más alto no podría superar el 5 % de esa cifra, con lo cual podría costar hasta un máximo de $1,8375. Este tema se explicará con más detalles en el decreto ejecutivo que promulgará en las próximas horas el presidente de la República.

En el caso del diésel 2 y diésel premium el costo base se ubica en $1 y su tope de precio no debería superar el $1,05, siempre que el margen de la banda de precios se ratifique con una variación del 5 %.

Como referencia, en el 2018 el Gobierno anunció primero (el 21 de agosto) una eliminación del subsidio de la gasolina súper y puso un precio fijo de $2,98 por galón que comenzó a cobrarse desde el 27 de ese mes; pero 116 días después (el 21 de diciembre) el presidente Moreno firmó un nuevo decreto ejecutivo que liberaba el precio de ese combustible y que comenzó a cobrarse con un valor variable desde el 27 de ese mes en cada gasolinera.

En ese mismo decreto ejecutivo, el número 619, el primer mandatario establecía un nuevo precio de venta en terminal para las gasolinas extra y extra con etanol, que pasaban de $1,1689 a $1,499107, sin incluir allí el IVA. Tras sumar este impuesto (12%) y el margen fijo de comercialización ($0,171) el costo del galón para el consumidor final quedaba en $1,85.

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La similitud de la medida económica anunciada este martes por el Gobierno con respecto a lo que pasó con las tomadas en agosto y diciembre del 2018 sobre la gasolina súper, es que en esta ocasión también se eliminan totalmente los subsidios de la extra, extra con etanol, diésel 2 y diésel premium, pero la diferencia es que el precio al consumidor final, aunque parecería que se lo libera totalmente, realmente seguirá regido por la ARCH en base a una banda de precios que oscilará entre un valor base fijado mensualmente por esa agencia reguladora, y un techo o máximo de 5 % adicional que podrían cobrar las distribuidoras de combustible.

Si el precio del barril de petróleo vuelve a subir en los próximos meses, el costo del galón de esos combustibles, junto a la súper, también sufrirían a la par un incremento; aunque esto, según el ministro de Energía y Recursos Naturales no Renovables, René Ortiz, no sucedería sino hasta el 2021.

"Por lo pronto, los precios del crudo se mantendrán en menos de $ 35, lo que significa que no requieren subsidios por parte del Gobierno. Pero si llegaran a subir de manera que pudiera afectar a los costos del transporte público o interprovincial, entonces el Gobierno aplicaría un subsidio al sector afectado (focalización), ya no a los precios en general como se hacía hasta ahora", manifestó Ortiz este martes en una rueda de prensa virtual. (I)