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Muchas personas que inician un camino de sanación tienen cuidado de no comer alimentos que contengan pesticidas, beben agua filtrada, evitan los utensilios de cocina hechos con materiales tóxicos, y la exposición a tóxicos en general.

Sin embargo, nadie habla ni tiene en cuenta uno de los mayores problemas que hay en la cadena alimentaria y que nos puede afectar a todas las personas que consumimos alimentos de origen animal:

La soja de segunda mano

¿Qué tipos de carne existen en el mercado?

Carne 100% de pasto: Es carne de animales alimentados 100% de pasto y criados en libertad mediante la ganadería regenerativa.

Carne de pasto: Es carne de animales alimentados parcialmente de pasto y a los que en los últimos meses se les da de comer piensos, cereales y legumbres como la soja para engordarlos que tengan mayor contenido de grasa. Según tengo entendido, la ley Europea no obliga a especificar cuánto tiempo de su vida han estado pastando.

Carne ecológica: Es carne de animales que han sido criados en libertad y alimentados con piensos ecológicos, que en muchas ocasiones contienen soja. Son criados en fincas libres de pesticidas, herbicidas, y otros químicos durante los últimos 3 años, y tampoco se les pueden administrar medicamentos ni vacunas.

Estos términos no son mutuamente exclusivos, por ejemplo existe la carne “de pasto y ecológica”, de animales que han comido pasto y vivido en una finca ecológica.

En EEUU, la carne 100% de pasto se conoce como “grass-fed and grass-finished”, “100% pastured”, o “100% grass-fed”, y en Reino Unido existe el certificado “Pastured For Life”.

En Países como Nueva Zelanda y algunos países de América Latina, la mayoría de carne de vacuno que se produce es de pasto, mientras que en otros como España y EEUU la mayoría de carne proviene de animales alimentados con piensos hechos a base de cereales y legumbres.

¿Qué deben comer los animales?

Esto depende del sistema digestivo de cada animal.

Dentro del mundo animal existen 4 tipos de sistema digestivo: el monogástrico, el poligástrico, el sistema digestivo pseudo rumiante y el sistema digestivo aviar.

Aunque existen estos 4 tipos, en este blog voy a centrarme principalmente en los animales monogástricos, los animales poligástricos, y las aves.

El sistema digestivo pseudo rumiante es el que tienen animales como los conejos, las alpacas, los camellos y los caballos.

Es decir, el sistema digestivo de los animales rumiantes está diseñado para consumir ese pasto y convertirlo en el superalimento que es la carne 100% de pasto.

Dar otros alimentos como la soja a un animal rumiante convierte esa carne en una carne de peor valor nutricional y mucho más inflamatoria.

Según mi experiencia y la de otras personas que comen carne 100% de pasto, este tipo de carne es más saciante, ya que tiene mayor densidad nutricional.

¿Qué deben comer los cerdos y las aves?

Por otro lado, tenemos a los animales no rumiantes como el cerdo, que tiene un sistema digestivo monogástrico, y las aves, que tienen un sistema digestivo aviar.

Los cerdos son animales omnívoros y monogástricos, pero que un animal sea omnívoro y pueda comer de todo no quiere decir que deba.

Cuando los cerdos son criados en libertad, comen frutas, hierba, nueces, insectos, hongos, raíces, gusanos, ratones, etc. Este es el caso de la raza Mangalica, que es una raza de cerdo de pelo rizado que produce una carne muy rica en grasa y que antes era muy popular en toda Europa.

Muchos productores insisten en que los cerdos deben ser cebados a base de maíz y soja, pero la existencia de la raza Mangalica y de los jabalíes prueba que un cerdo puede comer todo lo que tiene disponible viviendo en libertad sin necesidad de ser cebado a base de piensos.

Que esto sea rentable o no para el productor, o que haga que la carne tenga mejor o peor sabor, es algo que no voy a entrar en discutir en este post, que se centra principalmente en la salud, tanto de los animales como de las personas.

Está claro que es mucho más rentable cebar a un animal a base de piensos y que tenga el mayor peso posible a la hora del sacrificio. Estos piensos también le dan un sabor especial y muy familiar a la carne, al que la mayoría de consumidores están acostumbrados. Pero el beneficio económico y la salud raramente van de la mano en la industria alimentaria moderna.

Con los pollos y otras aves ocurre algo muy parecido, que puedan comer de todo no quiere decir que deban.

Los pollos son animales omnívoros, no herbívoros. Si vas a comprar huevos y pone en la etiqueta “huevos de gallinas vegetarianas”, te recomiendo que te ahorres el dinero y no los compres.

Quiero dejar muy claro que las gallinas no son vegetarianas. Las gallinas y los pollos se alimentan de gusanos, insectos, y semillas. No pueden alimentarse a base de hierba ya que su sistema digestivo y su metabolismo no están diseñados para esto.

A los pollos pastoreados también es necesario suplementarles de comer algo de cereal, ya que en la naturaleza si tienen a su alcance cereales como el trigo los comen… Pero de nuevo, hay una gran diferencia entre que un pollo coma cereales tradicionales como el arroz, la cebada, y la avena, a que coma soja transgénica y el trigo mutante y modificado genéticamente que tenemos hoy en día.

En resumen: Nunca vas a encontrar cerdo o pollo 100% de pasto a la venta, porque no existe (a no ser que lo cries tú mismo/a a base de sobras, etc.), ya que son animales no rumiantes, pero sí que existen el pollo y el cerdo pastoreados.

Tu responsabilidad como consumidor es contactar con el productor de esta carne para saber exactamente qué ha comido ese animal. Algunos productores lo publican en sus webs, pero otros simplemente dicen que les dan una mezcla de legumbres y cereales ecológicos. Así que si no haces preguntas, es imposible saberlo. He llegado a hablar con productores, supongo que mal informados, que me han afirmado muy convencidos que la soja es una fuente excelente de proteínas para sus animales, pero esto está muy lejos de la realidad, como vas a poder leer a continuación.

¿Qué tiene de malo la soja?

Desde finales de los años 90, se empezó a promover la soja como uno de los alimentos más saludables que existen, haciendo énfasis en los beneficios de las isoflavonas de soja para nuestras hormonas, en especial para mujeres postmenopáusicas, pero, como todo alimento con campañas de marketing por detrás, esto es una gran mentira.

**El consumo de soja está asociado con todo tipo de enfermedades**, y puede causar reacciones de alergia cruzada e intolerancias alimentarias en muchas personas, entre las que me incluyo.

Lo peor es que está en todas partes… Aunque la evites en las etiquetas de los alimentos, podrías estar comiendo soja de segunda mano a diario sin saberlo.

En mi consulta he visto a bastantes personas que creían que tenían alergia a ciertos tipos de carne, pero al pasarse a consumir carne de pasto o carne de animales pastoreados que no comían soja, esta supuesta alergia desaparecía en todos y cada uno de los casos.

Yo misma experimenté todo esto cuando sufrí permeabilidad intestinal, histaminosis y síndrome de activación mastocitaria. Mis reacciones ocurrían solamente cuando comía carne de animales que no habían sido alimentados con una dieta apropiada para su especie.

La soja es un goitrógeno, es decir, contiene sustancias que pueden impedir la absorción de yodo por parte de tu tiroides.

La soja también contiene genisteína y otras isoflavonas cuyo consumo está asociado con ciertos tipos de cáncer.

Veamos qué dice la literatura científica sobre alimentar animales con soja:

Según un estudio de 2011 del Food Research & Development Laboratories en Japón, cuando las gallinas llevan una alimentación rica en isoflavonas de soja, los huevos que producen tienen un alto contenido de isoflavonas de soja.

Según otro estudio de 2004 del mismo equipo, las gallinas alimentadas a base de soja tenían una alta concentración isoflavonas (daidzina, gliciteina y genisteína) y del metabolito equol, tanto en su plasma sanguíneo como en las yemas de los huevos que producían. La conclusión de este estudio fue que alimentar a las gallinas a base de soja produce alimentos más ricos en fitoestrógenos.

Según la revisión “Isoflavonas en animales: metabolismo y efectos en el ganado y presencia en los piensos” de 2021, las isoflavonas de soja pueden tener efectos negativos para la salud reproductiva de los animales.

Según el Egyptian Journal of Nutrition and Feeds, las ovejas alimentadas con soja tienen una mayor tasa de endometriosis, infertilidad y abortos.

Es curioso y bastante preocupante que a las mujeres con este tipo de problemas se les recomiende comer soja, sabiendo cómo puede afectar a los animales que la comen.

Yo tengo un diagnóstico de endometriosis (desde hace 4 años estoy en remisión completa de síntomas) y creo que nunca me he encontrado peor y con más dolor que cuando tomaba leche de soja y otros productos derivados de la soja a diario.

Al ser un fitoestrógeno, el consumo de soja puede exacerbar el exceso de estrógeno y el déficit de progesterona.

Como siempre digo, comer animales enfermos no te va a llevar a la salud… ¿Y qué podemos esperar si comemos toda esta soja de segunda mano? Nada bueno, desde luego, sólo hace falta leer los estudios que comparto en este post.

Dos de mis diagnósticos (Hashimoto y endometriosis) son condiciones que pueden verse afectadas por el consumo de soja, y cuanto más optimizo mi salud y mi dieta, más claro tengo que no quiero ni acercarme a la soja… ¡ni aunque sea de segunda mano!.

Por último, el consumo de soja también está asociado a la expresión de ciertos genes asociados al cáncer de mama.

Muchos oncólogos prohíben el consumo de soja a mujeres que han superado un cáncer de mama, de útero o de ovarios… Por algo será.

¿Por qué se da de comer soja a los animales en lugar de cultivos autóctonos?

Aunque los efectos nocivos para la salud humana y animal están en la literatura científica para quien los quiera investigar a fondo, el hecho es que la soja es un tipo de cultivo que está altamente subvencionado por la Unión Europea, y también por el Departamento de Agricultura estadounidense.

Es barata y fácil de producir, y es una fuente de proteína mucho más económica que otros cultivos y que la proteína de origen animal.

Aproximadamente un 80% de la producción mundial de soja se destina a alimentar animales, pero otros modelos son posibles como podemos ver en el caso de Nueva Zelanda, o incluso en el norte de España.

La soja no es un cultivo tradicional en Afganistán, pero sin embargo el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) junto con la American Soybean Association invirtieron más de 34 millones de dólares en promover su cultivo y consumo en Afganistán, aunque sin éxito.

Según ellos, el motivo era luchar contra la malnutrición, pero conociendo los efectos de la soja sobre el cuerpo humano, creo que las intenciones eran mucho más oscuras. Para controlar y dominar a un pueblo es imprescindible asegurarse de que esa población no sigue una dieta óptima… ¿Alguna vez has visto a un talibán con síndrome metabólico o con ginecomastia? Yo no. Sin embargo la mayoría de occidentales sufren de estos problemas.

El presidente de Nutrition and Education International, Steven Kwon (derecha) posa con granjeros afganos de soja en Afganistán.

En la Alemania Nazi también hubo una gran promoción del consumo de soja, ya que era una fuente de proteína barata y fácil de cultivar. También se empleaba en las raciones militares. Los Aliados llegaron a referirse a estos cultivos como “Nazi beans”.

Pero, en Asia comen mucha soja, ¿tan mala es?

Que la soja sea popular en Asia y que la consuman personas con genética asiática que están adaptados a este tipo de alimento desde hace milenios no quiere decir que sea beneficiosa para personas de origen europeo, latino, o africano, donde la soja es un cultivo importado al que nuestros ancestros nunca tuvieron acceso.

La introducción de la soja fuera del continente asiático fue resultado del trabajo de Friedrich Haberlandt, un científico austriaco que vivió entre 1826 y 1878.

Haberlandt asistió a la Exposición Universal de Viena en 1873 y quedó fascinado con las plantas de soja que había en el pabellón del Imperio Japonés.

Publicó un libro llamado “Die Sojabohne: Ergebnisse der Studien und Versuche über die Anbauwürdigkeit dieser neu einzuführenden Culturpflanze” (“La Soja: Resultados de Estudios y Experimentos Sobre la Cultivabilidad de Este Cultivo Recién Introducido”) en 1878, en el que promovía la introducción del cultivo de soja en Europa Central, ya que según sus investigaciones era un cultivo que se podía adaptar fácilmente a distintos climas y tipos de suelo.

Haberlandt estaba convencido de que la soja tenía un gran valor nutricional tanto para el ser humano como para los animales. La soja no se introdujo de manera efectiva en Europa hasta el siglo XIX gracias a él, aunque hubo intentos anteriores sin éxito debido a las heladas invernales centroeuropeas.

Aunque Haberlandt no vivió para ver la popularización de la soja en Occidente, su cultivo ha crecido exponencialmente a lo largo de los siglos XX y XXI, especialmente después de la II Guerra Mundial para alimentar animales, y en tiempos modernos la soja es promovida como un sustituto de la carne por una gran cantidad de expertos.

Muchos alimentos hoy en día incluyen soja de manera innecesaria ya que es un sustituto muy barato de ingredientes más caros. La mayoría de fabricantes de cacao usan lecitina de soja en lugar de manteca de cacao, y muchos embutidos contienen proteína de soja para abaratar su producción.

En resumen:

Es obvio que detrás de la insistencia de que todos consumamos soja, ya sea de primera o segunda mano, hay un gran interés económico. Es un “alimento” fácil y barato de producir. También es fácil de transportar y almacenar.

Si un animal, ya sea rumiante o no rumiante, ha comido soja, no recomiendo comer esa carne, ya que va a tener un contenido elevado de isoflavonas de soja, cuyo consumo está asociado con muchos problemas de salud. Es mejor optar por carne de pasto, o si no es posible, pescado salvaje, huevos, lácteos crudos (siempre teniendo en cuenta la dieta del animal), setas, y vegetales de contenido bajo en antinutrientes.

Además, cuando un animal se sale de su dieta natural, su carne tiene un mayor contenido de omega 6 pro-inflamatorio. No eres lo que comes, sino lo que tú comes come.

Ten cuidado porque muchos animales de producción ecológica y de pasto (no 100% de pasto) también son alimentados con soja, eso sí, “soja ecológica no modificada genéticamente”... Pero el efecto que esa soja tiene sobre tus hormonas es el mismo.

Ante la duda, consume solamente carne de animales rumiantes 100% de pasto o consulta con el productor.

He hablado con varios productores españoles sobre este tema y todos afirman que la soja es una fuente de proteína excelente para los animales, pero, mi pregunta es, ¿por qué en países como Reino Unido o Estados Unidos se comercializa carne de animales “soy free” (sin soja)?

El cerdo y el pollo que consumo viviendo en Reino Unido son “soy-free”. ¿Qué saben estos ganaderos sobre los efectos de la soja en sus animales que deciden sustituirla por otro tipo de piensos (en el caso de los animales monogástricos), con el esfuerzo y coste económico que eso conlleva? ¿Por qué es prácticamente imposible encontrar este tipo de carne de animales pastoreados libres de soja en España.

¿Qué ocurre con el pescado?

Los pobres peces tampoco se libran de la soja. Hasta el fondo del mar (o más bien, de las repugnantes piscinas de las piscifactorías) ha llegado la soja.

Recomiendo consumir siempre pescado salvaje, obtenido directamente del mar y de los ríos y que ha llevado una dieta apropiada para su especie.

Salmón de piscifactoría, uno de los alimentos más tóxicos que existen.

El pescado de piscifactoría, aunque sea “ecológico”, es alimentado a base de piensos que contienen soja, lo que lo convierte en un tipo de pescado pro-inflamatorio con altos niveles de omega 6.

No quiero extenderme mucho con este tema, ya que en este blog me centro principalmente en la carne de animales terrestres, pero, ¿existe algún ser más alejado de su dieta y entorno naturales que un pez de piscifactoría? Bueno sí, probablemente un humano cebado a base de derivados de la soja y de cereales, y que no se expone al sol.

Cuanto más nos alejamos de nuestro entorno ancestral, más enfermamos y peor calidad de vida tenemos. Esto se puede aplicar a todas las especies, no sólo al ser humano.

FUENTES:

Saitoh, S.; Sato, T.; Harada, H.; Takita, T. Transfer of soy isoflavone into the egg yolk of chickens. Biosci. Biotechnol. , Biochem. 2001, 65, 2220-2225.

Saitoh, S.; Sato, T.; Harada, H.; Matsuda, T.Biotransformation of soy isoflavone-glycosides in laying hens: intestinal absorption and preferential accumulation into egg yolk of equol, a more estrogenic metabolite of daidzein. Biochim. Biophys. Acta 2004, 1674 (2) 122-130.

Dino Grgic, Elisabeth Varga, Barbara Novak, Anneliese Müller, Doris Marko. Isoflavones in Animals: Metabolism and Effects in Livestock and Occurrence in Feed. Toxins (Basel) 2021 Nov 24;13(12):836.

N. M. Hashem, Y. A. Soltan. Impacts Of Phytoestrogens On Livestock Production: A Review. Egyptian Journal of Nutrition and Feeds.

Moshe Shike, Ashley S. Doane, Lianne Russo, Rafael Cabal, Jorge S. Reis-Filho, William Gerald, Hiram Cody, Raya Khanin, Jacqueline Bromberg, Larry Norton. The Effects of Soy Supplementation on Gene Expression in Breast Cancer: A Randomized Placebo-Controlled Study. JNCI: Journal of the National Cancer Institute, Volume 106, Issue 9, September 2014.

Why Did the U.S. Spend Millions to Make Afghans Eat Soybeans? - NBC News.

Friedrich Haberlandt - History of His Work with Soybeans and Soyfoods - Soyinfocenter.com.